El logotipo, ese elemento llamativo que todo el mundo admira. Desde que tengo uso de razón, me he ido dado cuenta de que muchas veces sabia que producto estaba viendo solo por el color que tenia. ¿Seriamos capaces de reconocer una marca sin su color destacado o su tipografía?. Yo pienso que para poder llegar a los clientes antes hay que pararse un poco y estudiar que clase de logotipo quieres tener. Hay muchos puntos en los que deberías fijarte antes de meterte de cabeza al ordenador a diseñar sin más.
A mi parecer lo primero deberías escoger un nombre para tu empresa, siempre que quieras salirte de los míticos “Electricidad Paco“. Debes hacer una lista e ir apuntando todos los posibles nombres que podría llegar a tener tu negocio. Es bueno, tirar de un par de amigos y hacer un “Brain Storming”. Apunta todo lo que salga de sus bocas.
Después deberás ir clasificando y valorando como quedaría ese estandarte, imaginarte acudiendo a una cita con un cliente y diciendo ” Hola, soy javier de …”. A partir de hay es cuando empiezas a comprender la importancia de un simple nombre. Después de haber escogido tu nombre de empresa, deberás pensar como quieres que se vea, un logotipo, solo el nombre, abreviado, etc. Hay mil maneras de hacer un mismo nombre y que todas parezcan empresas distintas.
Por ello, dale mucha importancia al punto anterior, ya que si escoges un logotipo demasiado complejo, después para hacer la imagen corporativa de tu empresa, te saldrá muy caro, ya que no es lo mismo realizar vinilos con una imagen que con un texto o un diseño vectorial a dos o tres colores que puedan reproducirse en colores planos.
Estos anteriores son puntos en los que la mayoría de las personas que empiezan a crear una empresa no reparan y por consiguiente después tienen que soltar bastante dinero pudiendo habérselo ahorrado. Solo hay que fijarse en grandes empresas que están desde hace muchas años, son reconocibles o por sus colores o por su tipografía.
Fuente: creativosonline.org
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